domingo, 12 de octubre de 2014

El comeversos

Este trabajo es uno de los resultados que surgieron del taller de poesía "Como si fuera una cereza" dinamizado por Mar Benegas en Madrid, los pasados 3-5 de octubre.
El comeversos es una actividad para hacer con niños de entre 6-8 años, tanto en el aula como en un entorno informal. Aunaremos poesía y manualidades.

Presentaremos a los niños nuestro come versos: uno de esos comecocos de papel con los que se juega a elegir un color, que esconde un mensaje detrás. 
En el nuestro, los colores se han sustituido por dibujos hechos con huellas; y los mensajes serán estrofas de un poema acumulativo que cuenta su historia.  Este que aquí presentamos salió de la imaginación de Ines Puig y yo le puse palabras.

La actividad consiste en invitar a los niños a jugar con el comeversos, que se ha comido un poema y tenemos que descubrirlo. Haremos que un niño diga un número y elija un personaje. Lo abriremos y leeremos la estrofa que esconde. Les preguntaremos sobre ese personaje y lo que hace, que nos cuenten cómo se lo imaginan... dependiendo de lo que digan los versos.

Repetiremos esto hasta obtener las ocho estrofas del poema. Entonces, tendremos un poema desordenado sobre el que habremos dicho ya muchas cosas. Es el momento de ordenarlo y conocer la historia completa. 
Entre todos, colocaremos las estrofas y podremos leerlo: 

Pío, pío, pío, pío
este huevito no es mío.

Es de un señor con tres ojos
que se llama Trampantojo.

Se lo quitó a su vecina
que es una gallina china

y se lo pegó con celo
bajo el sombrero, en el pelo.

Se hizo globo y alzó el vuelo
hasta las nubes del cielo.

Lo vió allí una señorita
con bolso y con pajarita.

Un señor muy elegante
lo colocó en un estante.

Y del huevo nació un pez
que se hizo huevo otra vez.



Y ahora, llega el momento de que cada participante elabore su propio comeversos. Para ello necesitaremos papeles de colores, tinta para pintar con huellas, y un poquito de la imaginación que estará correteando por la sala en ese momento. 



Y si nos atrevemos, podemos inventarnos nuestras historias acumulativas y, solos o con ayuda, escribirlas en nuestros comeversos para luego jugar con otros. Podemos seguir el modelo del huevito o inventarnos el nuestro propio y empezar así:

Isa se encontró un gorrión
El gorrión subió a un armario
El armario subió a un pez
El pez se subió a...

1 comentario:

  1. ¡Qué precioso y qué divertido, me encanta hasta el nombre, "comeversos"!! Saludos :-)

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