domingo, 28 de noviembre de 2010

Cosa que a veces pasan




"...-A ver, ¿y qué podría escribirse de una cosa tan pequeña como tú? -me defendí señalando a la roja fresa que se escondía tras la pelota de baloncesto.
-Si me probases, cambiarías de opinión -respondió acalorada la fresa, que enrojeció todavía más.
Medité sobre el asunto, y después de un rato entendí que tenían razón. La cosa o la criatura más diminuta apenas apreciable puede ser tan importante como la más enorme y aparente. además, hay muchas cosas que viven más allá de estas paredes y que vale la pena que queden escritas...."
Esta declaración de intenciones del prólogo deja muy clarito lo que nos encontramos en este libro: Una especie de diario de objetos cotidianos pasados por el filtro surrealista de Kestutis Kasparavicius, ilustrador y escritor lituano con nombre de duende.

Es una demostración de que las historias se esconden en los lugares más cotidianos y por ello insospechados: en una linterna que, enfadada porque ya no la usan, decide dar oscuridad en lugar de luz; en una navaja multiusos hiperactiva; en un secador que quiere emular al viento dentro de casa...
De vez en cuando las uso en mis talleres de escritura creativa para los coles porque son historias breves, muy sugerentes y oníricas, tanto los textos como las ilustraciones, que dan pie a seguir inventando nuevas aventuras de sus personajes.
En Thule, también tenemos del mismo autor: "Cosas que pasan cada día". Queridos Reyes Magos: Si os pasáis por este blog: ¡Lo quiero!

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