El gallo Conrado
de cresta naranja
y plumón dorado
despierta a la granja.
—¡¡¡Kikirikikííí!!!
¡Vamos, dormilones,
que el sol ya está aquí!
¡No seáis remolones!
El Caballo Curro
se da media vuelta.
A su lado, el burro
duerme a pata suelta
—¡Vamos perezosos!
¿Qué hacéis acostados?
¡Es un día hermoso!
-Anima Conrado.
Y los animales
salen de uno en uno
hacia los trigales
a por desayuno.
Después de lavarse
sus picos y dientes,
sin amontonarse
y ordenadamente
a hacer sus tareas
van los animales.
La gallina Andrea
Barre los corrales.
La cerdita Nela
y el buey Malaquías
llevan a la escuela
a todas las crías
La Yegua Anastasia
y el cordero Nano
enseñan gimnasia,
a los más ancianos.
El toro Jacinto
y la vaca Prado
cocinan distintos
menús adaptados.
Cada uno pone
su grano de arena
para que funcione
la granja en cadena.
¿Y el gallo Conrado?
No cruza las alas.
El siempre está al lado
por si te resbalas.
Acompaña y cuida
que nada suceda
hasta que dormida
la granja se queda.
Entrañable, no tiene desperdicio. Los nombres son geniales. La casa de la pradera en poema.
ResponderEliminarAbrazos, Sevilla.
P.D. "Graja", gajo, grajo ... al final.
Hola Javier, es un poema genial. ¡Enhorabuena! Sin embargo, no sé si el que el líder del grupo sea un gallo, podría generar cierta confusión en un curso de trabajo en equipo. Lo digo porque eso de que el jefe sea un gallito no suele ser muy bien aceptados por los miembros de un equipo, ¿no?
ResponderEliminar¡Saludos!
ola me guso el poema pero yo quiero algo que sea deducada a el trabajo en equipo y lo bueno que es
ResponderEliminar