Inés
Azul
Albo,
Pablo/Auladell, Pablo
Thule
ediciones, 2009
+3
Inés y Miguel siempre tienen
cosas que hacer. Algunas son grandes responsabilidades. Se encargan
de ordenar a las hormigas que vayan en fila india, a las piedras que
se estén quietas y al caracol que no corra demasiado. Cuando Miguel
desaparece, Inés se pregunta dónde ha ido y no se cree que no vaya
a volver, porque aún tienen muchas tareas pendientes.
Es difícil encontrar una
manera más dulce y sutil de tratar el tema de la pérdida que esta
historia. Inés, bajo su estrambótico sombrero, esconde preguntas y
respuestas emotivas, poéticas, surrealistas... a los misterios
cotidianos y sencillos que dan vida a una relación de amistad
infantil, profunda, emotiva e inocente. Son reflexiones que cualquier
lector u oyente de tres/seis años puede hacer suyas.
Pero lo excelente de este libro
es que no solo tiene una lectura infantil. El mar está presente como
lugar de encuentro de los personajes y como metáfora, con su vaivén,
de la vida y de la muerte, de lo que viene y lo que se va. Y lo mismo
ocurre con el azul del título, a veces triste, siempre bello en las
espléndidas ilustraciones de Pablo Auladell. El lector adulto que
decida navegar por sus ilustraciones y sus palabras se sentirá
mecido por ellas y me atrevo a afirmar que terminará su travesía
con, al menos, media sonrisa y los ojos vidriosos.
Inés Azul es
una historia en
la que el dolor de la pérdida se mezcla con la belleza de las
imágenes escritas y pintadas para explicar que quien ya no está
puede permanecer siempre que nosotros así lo queramos. Y ese cóctel
emocional nos deja el sabor de lo que Jardiel Poncela, mezclando
palabras en principio opuestas, llamó sonllorar:
esa
sensación agridulce que es más que la melancolía.
Reseña publicada en revista Adiós nº111
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