La
casa 758
Kathryn
Berla
Nube
de tinta 2014
+14
(Publicada en el nº 108 de la Revista Adiós sept-oct 2014)
Perder a alguien
puede rompernos en mil pedazos y llevarnos a hacer cosas sin saber
por qué. Así le ocurre a Krista que, con 15 años, perdió a su
madre en un accidente de tráfico. Han pasado ya dos años y, día
tras día, movida por unos sentimientos que ni siquiera ella logra
entender del todo, se acerca a la casa 758, donde vive el chico que
provocó el accidente.
Abandonarse a la
tristeza, al odio... Alejarse de la vida -Krista lo hace
trasladándose a una tienda de campaña en la azotea de su casa- y
negarse a que todo continúe, son reacciones normales dentro de un
duelo. Krista se preguntará cómo hacer para purgar y sanar ese odio
enraizado en ella. Y llegará a la conclusión de que ayuda bastante
un abuelo superviviente del holocausto, un temblor de tierra y los
mágicos hoyuelos de un chico. El amor y la experiencia harán que la
vida de nuevo tome las riendas y transformarán esas emociones
dolorosas.
Una historia
emotiva en la que, hasta que aparece el abuelo, echamos de menos algo
más de complejidad en algún personaje que descargue a su
protagonista y narradora de la responsabilidad de tirar ella sola
del carro. A través de la narración nos preguntamos con Krista por
qué, a pesar de que nos duele e incomoda, nos dejamos llevar por la
ira, o preferimos a veces el daño del desprecio o el silencio en
lugar de la limpieza que ofrecen el amor y la escucha.
Amor
y escucha encontrará en su padre cuando desbloquean juntos el dolor,
y en Jake, el chico de los mágicos hoyuelos. El abuelo, además, le
mostrará la capacidad que todos tenemos para transformar. Un vaso de
agua con dos cucharadas de sal es imposible de beber, pero si añades
más agua, verduras y pollo, puedes lograr una sopa deliciosa. “Así
que no olvides... nunca olvides. Pero añade. Añade más cosas a tu
vida... un poquito de esto y un poquito de lo otro. La sal sigue ahí,
pero un día no la notarás”
"Un vaso de agua con dos cucharadas de sal es imposible de beber, pero si añades más agua, verduras y pollo, puedes lograr una sopa deliciosa", ¡qué consejo tan poderoso!
ResponderEliminarMil gracias.
Isabel